Materia

Los álamos del borde
los que asoman
sobre el paredón curvo y gris
los álamos oscuros doblados por el viento
que la lluvia más delgada inclina, carga
como cargamos sobre la espalda, ciegos
inclinándonos sin razón aparente,
el presagio de una próxima desdicha
es cercana la muerte
no porque llegue un día
-forastera en el país-
sino porque nos canta
canciones de malsueño
desde el pequeño hueco de la cuna
corrompe
la belleza que vemos
de modo que al instante,
se descubra imperfecta
y aprendamos
a resignarnos a esa forma inacabada
en que se ven las cosas,
a estos ojos enfermos.

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