Desvíos

Con tus pálidas manos de largos dedos frágiles
extendiste el tapiz delante de mis ojos:
una escena brillante, la pareja de barro junto a un árbol
y una atenta serpiente envuelta en la raíz
(-lo que atrae es su aliento-, dijo el hombre nacido en lo hondo de la selva)
Vi el azul de los mares más remotos, el oro de las islas
la copiosa llovizna que perfuma los bosques
la aurora en la comarca de los hielos
la belleza imposible de una orquídea violácea.
Seguí el curso de tu índice con mis manos mojadas
quería detenerte borrando cada línea
(de los infiernos previos no trajimos palabras)
En la trama faltaban unos hilos. Ausente la pintura en la tela raída,
reclamaba la luz sobre una grieta. La lengua sobre el tiempo
invoca el raro acento que ponen las estrellas
en la profunda noche de puertas entreabiertas
que no cobija el sueño y deja ver las llamas del camino cercano.
Allí habrías ardido y yo podría haber sido Reina de Tus Cenizas
(abdico por amor
al fulgor más intenso del que guardes memoria)

Tapiz del Paraíso, cuerpo de espeso barro:
quedémonos aquí mientras duren las lluvias.
Ya intentamos dormir amparados por piedras
donde orinan los perros al llegar la mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me encantó

inx dijo...

Gracias, Mara. Yo ya te descubrí y te tengo entre mis links.