Intertextualidades

Buscabas el momento propicio
en que todas las fuerzas actuaran su equilibrio
el sistema perfecto
el instante en que se abran los goznes de la puerta.
Buscabas el espacio, el hiato, una hendidura
ese vecino ajeno, el otro del sí mismo
la materia reunida en el soplo del viento
los planos de la Arcadia, señalados
la moneda que acuñan las zozobras del sueño.

En los raros jardines, hallaste, sin quererlo
el hilo incandescente que desteje la araña.
La imagen está ciega
tus puños son los huecos,
ese vacío pleno que rebalsa en las palmas.

Estado de gracia


"Fue como una tempestad incontenible, un huracán en el espíritu".(Rilke, al referirse a la composición de las Elegías de Duino)



-¿Y has llorado mucho?

Cada vez que pronuncian mi nombre

-¿Te entristece el silencio?

No hay silencio,
en ese lento pulso de los años
se oye algún laúd y clarinetes
de madera de ébano:
un son como el musílago
que tapiza el barril en donde duerme
un vino perfumado
se oyen rondas de niños
y la brisa que roza
las copas de los álamos

-¿Qué dicen, qué te anuncian?

Allí nada se dice
y todo se comprende
La lluvia es incesante y las palabras
no son más que la aureola
que ha dejado la tinta
sobre un papel mojado.

Don de

Aquí
a solas y
sólo aquí
bajo esta luz blancuzca, débil, indecisa
esta pequeña luz sobre las manos
sobre los dedos que torpes se deslizan
letra por letra así racimos de palabras
puñados de sentido, signos, ecos
van y vienen
hacia adentro en el borde
de la caverna íntima
última
primer rincón póstumo sitio
corazón puerta clave
ciencia escencia el punto
aquí y allí
en el centro
desplazado del eje que soporta
la tierra insoportable
densa
oscura
aquí
a ciegas y
sólo aquí
bajo esta luz tristísima
en la impecable noche
del invierno que llega.

Semejante y amigo


Ahí estabas
oculto y ascendido como un árbol
hecho de agua y de horas
ése eras
el alto y el profundo
amante de un retazo
de cielo despejado
tu coro de sirenas
cantaba desde el suave
resuello de los vientos
en las ramas más altas de un olivo dorado
caías
misterioso, fatal
desencadenado
sobre una blanca franja de tierra estéril
-la sequía es tan vieja
que ha arrastrado los nombres-
nadie pronuncia ahora
llanto, río, lloviznas
sudor, saliva, océano
aquí ya nadie sabe
qué dicen las palabras
qué auguran o qué evocan
si tus labios han sido
el más seguro sello que las guarda
no te han visto, no pueden
comprender esos signos
que tallaste en la piedra.

Yo también estoy sola
aunque a veces presiento un dolor conocido
veo tu sombra guiando
la diestra de mi sombra
lo que cifro y descifras
entre el uno y el tres
cada vez, cada día.

Simetría

Esa lengua de arena es como un friso
que describe nuestro paso por el tiempo,
envilecida antorcha ha sido el beso
fogata aislada y débil
que humillaron las sombras majestuosas,
tan alta era la noche
tan fuerte su secreto de pergamino oscuro.
Nadie lo sabe, es cierto, nadie sabe
¿quién de todos nosotros
podría señalar
con un leproso índice arrogante
la astilla imprevisible que resiste
humedades, mareas?
La luna sigue allí (y aquí nosotros)
con métalico brillo lidera sus ejércitos
callados, implacables, minuciosos
su previsión oculta ha de ser el mañana.
No te dejas guiar, nunca te dejas. Yo no persigo nada,
sólo ilusas certezas que otras pobres razones velarían.
Vacilamos, pendientes
-qué poca fe, qué urgencia de un deseo-.
Del lado izquierdo de tu camisa, mojado y rojo
el corazón que ignoras
como quien cubre el sol con una mano, resistiendo la luz.
A mi cerrado ventanal no llega el día.
Así nos encontramos:
cuando el vaso rajado perdía, gota a gota, un agua escurridiza.

Cada mitad trasluce su vacío.

Visión de lirio

Olvida
lento
con la tenacidad
del hueso
o de la piedra
blando
como el plumón
de un ángel
levísimo, rosado
la geografía completa
de todos tus trayectos anteriores
cambia
muda
cruza
atraviesa resuelto
la corriente excitada
el tumulto del agua
viene
cede
vence
la histórica clausura
de la puerta
el agujero franco de la nada
su lecho oscuro
su angosto corredor de
tantos filos
espinas
puntas
garras.
Ahora estás aquí
ahí. Ves.
Tu mano alcanza
toca
percibe
palpa.
Nadie
alabará este logro
tu mejor actuación
a teatro vacío.
Cerca. Estás cerca
(te traen
nos llevarán)
vive
en la proximidad
de los descubrimientos
despojado
simple
puro
pobre
con tu dócil escencia
delirio
sobre el campo.
Para estar en el mundo
hay que abjurar
de cualquier modo
de imaginarlo.